Soy Margot,
parte integral de la Provincia de Venezuela,
Viviendo en el Paraguay:
¿Sobreviviente de una fundación rscj en Paraguay de 1988?
Nahániri, sino parte del pueblo paraguayo,
pueblo sufrido,
pueblo nacido en el corazón de Abya Yala
con rasgos trágicos.
Pueblo que busca y sueña
con una Tierra Sin Males
Pueblo que habla y ama la palabra guaraní.
Pueblo que sueña con miles de utopías:
La Tierra sin Mal, las reducciones jesuíticas, las Ligas Agrarias…
Pueblo que se siente parte de la gran nación guaraní
diseminada por todo el continente de Nuestramérica.
Este pueblo,
desde el fondo de sus raíces guaraníticas
hasta hoy
se identifica no solamente
como parte de la humanidad,
como parte del cosmos,
sino también como parte de Dios y de su palabra:
"Somos una pequeña porción de su amor,
de su sabiduría y de su canto sagrado"
Este pueblo ya vivió nuestro carisma
antes de nuestra llegada de rscj,
manifestando el amor que Jesús compartió
con toda la humanidad
al entrar en el cosmos,
al hacerse creación.
Pero expresaron esta experiencia sagrada
en la particularidad de su cultura,
invitándome a dialogar, intercambiar, compartir
nuestras cosmovisiones en diversidad.
Acepté esta invitación y junto con otros buscadores,
nacidos en esta tierra guaranítica,
y uniéndome a aquellos que buscan políticamente
la plenitud de vida para todos,
prometida por Jesús,
viviendo entre y con todos nosotros,
intentamos rescatar esa "corriente escondida"
de espiritualidad, sabiduría, horizontes y saberes,
que los primeros habitantes de esta tierra
nos dejaron de herencia.
Mediante talleres, conservatorios, reuniones, paneles,
encuentros nacionales e internacionales,
manifestaciones,
marchas y protestas radiales,
haciendo amistades y alianzas
contra la cultura de muerte,
enriqueciéndonos en reciprocidad,
y construyendo redes de interdependencia,
adentrando nuestro amor
a la federación en una sola patria grande,
camino hacia el reino.
El pozo de donde saco esa energía,
es mi provincia de Venezuela.
Allí, en comunidad de Hermanas, buscamos juntas
en asambleas y diálogos, con resistencia y tenacidad,
nuevos caminos,
escrutando los signos de los tiempos.
Al intercambiar nuestras experiencias
y al enriquecernos día a día,
percibimos al Espíritu que nos conduce
y le seguimos con alegría.
Son estos encuentros profundos que me renuevan
e impulsan
a ser más Hermana rscj,
unidas en los sueños y luchas de nuestros pueblos
a partir del dolor con-sufrido y com-partido con ellos,
Paraguay y Venezuela,
en el contexto nuestroamericano y planetario,
mutuamente nos ayudamos
hacernos uno en la lucha popular
por más vida,
el gran sueño de Dios y gran sueño nuestro.
